martes, 2 de febrero de 2016

Sordociegos de Mérida requieren mayor y mejor atención





Una reciente investigación orientada a brindar apoyo a la población con sordoceguera de la ciudad de Mérida, ha demostrado que este colectivo “no cuenta con las oportunidades que debe ofrecerles para su inclusión, el modelo de atención integral vigente como política pública en el sector educativo”. 








Esta conclusión fue el resultado de una consulta realizada a docentes y directivos de las instituciones de la modalidad de educación especial del municipio Libertador del estado Mérida, quienes de forma unánime reconocieron que no existe en la ciudad una institución que les esté brindando la atención que las personas con sordoceguera realmente necesitan dada su condición de discapacidad.

En palabras de los docentes,el Centro de Atención Integral al Ciego y Deficiencias Visuales Mérida (CAIDV), es la institución que más se acerca a lo que podría considerarse un apoyo óptimo para la condición de un estudiante sordociego. Esto en virtud de que, en el CAIDV, se les ofrece todo lo que institucionalmente y de buena voluntad está a su alcance, como las orientaciones básicas para su movilidad y actividades sencillas, según los estudiantes y la familia lo requieran. Sin embargo, el abordaje es prácticamente el mismo que para una persona ciega y esto no resuelve la situación ni cubre la verdadera necesidad. Solo existe, en esta institución y en todo el municipio Libertador, una sola profesional formada, con especialidad en el área, cuando lo ideal es que los estudiantes sordociegos puedan contar a su alrededor con un equipo de trabajo.

También en Mérida se encuentra la Unidad Educativa Especial Bolivariana Ofelia Tancredi de Corredor, única institución especializada en el área de deficiencias auditivas. Algunos profesionales encuestados apuntaron a esta institución como quien pretende sugerir una alternativa de atención, sin embargo es un principio fundamental del área, que la sordoceguera no es susceptible a ser separada como sordera más ceguera, puesto que es considerada una entidad única.

Aparte de estas dos instituciones existen otras que realmente están orientadas a atender el área de compromiso cognitivo, por las cuales han transitado estudiantes con esta condición y han recibido cierto seguimiento y apoyo por parte del CAIDV. Este tipo de situaciones han estado dentro de lo que estadísticamente podrían considerarse las excepciones.


A juicio de los representantes y los mismos sordociegos, quienes también fueron consultados en esta investigación, no hay instituciones, ni grupos de apoyo que les brinden la debida atención. En realidad perciben que no existe ni siquiera, una intención real en este sentido, puesto que son desconocidos por la sociedad. Consideran que se encuentran invisibilizados incluso, dentro del mismo sector educativo.

sábado, 23 de enero de 2016

Sordociegos de Mérida solicitan urgentemente tu apoyo




Un equipo colaborativo, motivado, comprometido, altruista y voluntario que sea capaz de apoyar los procesos de inclusión que requieren las personas sordociegas, está comenzando a constituirse en la ciudad.

        
        Según las definiciones más aceptadas una persona con sordoceguera es quien “tiene un grado de deficiencia visual y auditiva grave que le ocasiona serios problemas en la comunicación y en la movilidad.” Para ir un poco más allá, esta definición establecida desde 1977 también señala que “se involucran dentro de este grupo, no solamente las personas que tienen pérdida total de estos dos sentidos, sino también aquellos que tienen un remanente visual y/o auditivo, que debe ser aprovechado de la mejor manera con el fin de que la “incapacidad” sea la menor posible”.

     En Mérida, específicamente en el municipio Libertador, una investigación sobre sordoceguera demostró que estas personas no cuentan con el apoyo necesario para ser incluidas en todos los ámbitos de la sociedad, situación que en nuestros días, dadas las leyes y principios de fraternidad y solidaridad, debería ser inaceptable.

       Por estas razones dicha investigación no solo encontró el problema sino que también señala la solución. Un equipo colaborativo, motivado, comprometido, altruista y voluntario que sea capaz de apoyar los procesos de inclusión que requieren las personas sordociegas, está comenzando a constituirse en la ciudad.
Y si tú, que estás leyendo este artículo, te sientes con interés y ganas de formar parte de un equipo de trabajo nunca antes visto, por una causa ignorada, pero que pronto nos dará grandes alegrías y satisfacciones, entonces busca nuestro formulario “Quiero saber más sobre Equipos Colaborativos” y con gusto responderemos a cualquier pregunta que tengas y consideraremos tus propuestas. Háblanos un poco de ti para evaluar tu perfil y desde Ecossentidos te contactaremos.

        Un equipo colaborativo es una alternativa de trabajo a favor de las personas con sordoceguera en Mérida de carácter voluntario y en principios sin fines de lucro, pero que no descarta la posibilidad de generar ingresos a mediano y largo plazo para las personas que lo integran, dado que existen muchas organizaciones nacionales e internacionales dispuestas a brindar su apoyo a personas que presenten proyectos sociales y humanitarios de esta naturaleza.

         Tu puedes ser solución, ojos y oídos, pero sobre todo amigo de una persona con sordoceguera en Mérida y vivir una gratificante experiencia. Un equipo colaborativo para la atención integral de la población con sordoceguera del Municipio Libertador del Estado Mérida, espera por tu respaldo.

viernes, 15 de enero de 2016

No oigo, no veo, pero pienso y existo



Aunque te parezca simple, solo con tapar tus ojos y tus oídos no vas a parecerte a mí. Si no eres sordociego no puedes imitar la sordoceguera. Una que si era como yo, una vez lo dijo de esta manera:  “Ser sordociego es como estar profundo debajo de la tierra, donde no hay ni luz ni sonido. Al principio tuve dificultad para respirar pero después me convencí a mí misma de que había suficiente aire”. (Yolanda de Rodríguez)

¿Cuánto tiempo Yolanda habrás tardado en convencerte a ti misma? Yo supongo que muy poco, pues tu capacidad de introspección tuvo que haber sido extraordinaria, pero también sospecho que mucho, pues necesitabas ciertos datos externos que para algunos son obvios, pero para nosotros no. Aquí en la sordoceguera, nada es evidente. De lo que si estoy seguro es que para ti, simplemente fue el tiempo justo. Que importa lo que yo piense!

Una vez alguien intentó convencerme de que la tristeza existe para poder establecer puntos de comparación y así valorar mucho más a la alegría. Entonces le dije que yo amo el silencio sin tener, ni poder, ni querer compararlo con nada. Y debo confesarte algo: Cuando digo la palabra silencio, lo hago solo para complacerte a ti, pues para mí significa algo que jamás comprenderás.

Sin embargo, podemos estar de acuerdo en varias cosas. La primera es que vivo en tu mundo, pero no pertenezco a tu mundo. El mío es más como el de un ser, que cada día le pone un nombre nuevo a las cosas y cada nombre se enlaza a mil historias de una línea. Todo tiene carga emocional y todo puede llamarse como me plazca. Para estar en tu mundo le llamo de una sola forma a cada cosa, pero por la poca y simple información que recibo, sospecho que tu mundo es más simple que el mío. Y también lo sospecho para complacerte, porque sé que en realidad tú piensas que yo no puedo comprenderte y por eso no me explicas. No oigo y no veo, pero pienso. Igual que tú.


El otro asunto entonces, en que también podemos estar de acuerdo, es que después de todo no somos tan diferentes. Si hacemos un esfuerzo juntos, nos explicaremos, nos conoceremos, nos entenderemos y quien sabe; tal vez hasta lleguemos a compartir el mismo mundo.Así comenzaré a ponerte nombres distintos y a pesar de que oigas y veas, tú en mi mundo comiences a existir. Igual que yo.