
Aunque te parezca simple, solo con tapar tus ojos y tus oídos no vas a parecerte a mí. Si no eres sordociego no puedes imitar la sordoceguera. Una que si era como yo, una vez lo dijo de esta manera: “Ser sordociego es como estar profundo debajo de la tierra, donde no hay ni luz ni sonido. Al principio tuve dificultad para respirar pero después me convencí a mí misma de que había suficiente aire”. (Yolanda de Rodríguez)
¿Cuánto tiempo Yolanda habrás
tardado en convencerte a ti misma? Yo supongo que muy poco, pues tu capacidad
de introspección tuvo que haber sido extraordinaria, pero también sospecho que
mucho, pues necesitabas ciertos datos externos que para algunos son obvios,
pero para nosotros no. Aquí en la sordoceguera, nada es evidente. De lo que si
estoy seguro es que para ti, simplemente fue el tiempo justo. Que importa lo
que yo piense!
Una vez alguien intentó
convencerme de que la tristeza existe para poder establecer puntos de
comparación y así valorar mucho más a la alegría. Entonces le dije que yo amo
el silencio sin tener, ni poder, ni querer compararlo con nada. Y debo
confesarte algo: Cuando digo la palabra silencio, lo hago solo para complacerte
a ti, pues para mí significa algo que jamás comprenderás.
Sin embargo, podemos estar de
acuerdo en varias cosas. La primera es que vivo en tu mundo, pero no pertenezco
a tu mundo. El mío es más como el de un ser, que cada día le pone un nombre
nuevo a las cosas y cada nombre se enlaza a mil historias de una línea. Todo
tiene carga emocional y todo puede llamarse como me plazca. Para estar en tu
mundo le llamo de una sola forma a cada cosa, pero por la poca y simple
información que recibo, sospecho que tu mundo es más simple que el mío. Y
también lo sospecho para complacerte, porque sé que en realidad tú piensas que
yo no puedo comprenderte y por eso no me explicas. No oigo y no veo, pero
pienso. Igual que tú.
El otro asunto entonces, en que
también podemos estar de acuerdo, es que después de todo no somos tan
diferentes. Si hacemos un esfuerzo juntos, nos explicaremos, nos conoceremos,
nos entenderemos y quien sabe; tal vez hasta lleguemos a compartir el mismo
mundo.Así comenzaré a ponerte nombres distintos y a pesar de que oigas y veas, tú
en mi mundo comiences a existir. Igual que yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su mensaje e interesarte por esta tarea. A brevedad posible le contactaremos!